No quiero que los ricos paguen más impuestos

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No quiero que los ricos paguen más impuestos
Publicado 02/01/2013

Empieza el año y Estados Unidos salva el mal llamado abismo fiscal aumentando el impuesto a los ricos. En Francia, el Tribunal Constitucional acaba de tumbar un proyecto del Gobierno que pretendía hacer pagar más dinero a los grandes patrimonios. En Cataluña, clases medias ahorradoras, ni siquiera ricos, tendrán que pagar más por el impuesto del patrimonio y de sucesiones. Cada vez que las administraciones deben arreglar su mala gestión lo arreglan cargando más impuestos a los llamados ricos, sin acabar de definir muy bien qué significa este término.

Se define la riqueza de las personas por su patrimonio y sus ingresos. Hace cien años, incluso menos, los millonarios vivían de las rentas y no trabajaban. De estos, quedan cada vez menos. Hoy, las personas pagamos impuestos por nuestros ingresos procedentes del trabajo y/o del capital (mobiliario o inmobiliario). No es lo mismo ni debería pagarse lo mismo.

Aunque sea muy opinable, supongamos que la definición de rico es la que usan algunos bancos privados. Aquella persona que tiene un patrimonio neto, sin tener en cuenta propiedades inmobiliarias, superior a un millón de euros.

Un millonario tiene suficiente capacidad para esquivar legalmente el pago de impuestos de muchas formas distintas. Puede moverse de un territorio a otro con suma facilidad. Y no solo hacen esto los Dépardieu o Arnault de turno. También personas que se sienten maltratadas fiscalmente en su comunidad autónoma -por ejemplo, Cataluña- y que por motivos de trabajo pueden también empadronarse en Madrid, Vinaroz o Fraga.

Aumentar impuestos a los ricos o a las personas con niveles adquisitivos medio/altos o altos, no arregla las cuentas y, en cambio, puede acabar facilitando una huida de capitales. A los millonarios de verdad, aquellos que tienen liquidez suficiente, hay que decirles que inviertan en su población, comarca, región o país. Hay que crear una fiscalidad que favorezca la inversión, la creación de empresas y la generación de empleo. Que permita a los family office, business angel o inversores privados a secas, a poner dinero en proyectos empresariales, impulsándolos con capital y/o ayuda en la gestión. También hay que cambiar las leyes fiscales del mecenazgo -deduce un 35% frente al 65% en Francio ó 100% en EEUU- para que los millonarios puedan facilitar más la promoción a la cultura y otras obras sociales, desde sanidad a educacíón.

Si nos empeñamos a castigar fiscalmente más a los ricos, ¿qué ocurrirá? Acabaremos sin ricos. Y un país sin ricos que inviertan, mal irá.

Leer aquí: http://www.expansion.com/blogs/saballs/2013/01/02/no-quiero-que-los-ricos-paguen-mas.html